Primer interno de enfermería de la Universidad O’Higgins: más allá de la práctica clínica
Su internado de observación en Centro de Diagnóstico San Lorenzo le ha permitido conocer una dimensión poco conocida de la enfermería, trascendiendo el ámbito clínico tradicional y el rol fundamental de estos profesionales en centros de diagnóstico especializados.

La enfermería, una profesión fundamental en el cuidado de la salud, se encuentra en constante evolución, expandiendo sus horizontes más allá de los tradicionales espacios hospitalarios. En un mundo donde la especialización y la tecnología avanzan a pasos agigantados, los profesionales de enfermería están demostrando su adaptabilidad y la amplitud de sus conocimientos en diversos campos. Un claro ejemplo de esta transformación es la incursión de la enfermería en los centros de diagnóstico, un área donde su rol, aunque menos conocido, resulta ser de vital importancia para la gestión, la calidad y el bienestar del paciente.
En este contexto de cambio y crecimiento, San Lorenzo ha abierto sus puertas a una nueva generación de profesionales. Por primera vez, el centro de diagnóstico ha recibido a un interno de enfermería proveniente de la Universidad de O'Higgins (UOH) de Rancagua, marcando un hito en la formación práctica de estos futuros titulados. Esta colaboración no solo enriquece la experiencia académica del estudiante, sino que también pone de manifiesto la creciente demanda de enfermeros en entornos especializados que requieren una combinación única de habilidades clínicas, administrativas y de gestión.
Nicolás Soto Ramírez, interno de enfermería de la Universidad de O'Higgins, comparte su gran experiencia en el Centro de Diagnóstico San Lorenzo. Durante su internado de observación, Nicolás ha desentrañado las múltiples facetas del rol de la enfermería en un centro dedicado a la imagenología y la toma de muestras, revelando un universo de responsabilidades que van mucho más allá de la atención clínica directa. Su relato ofrece una visión profunda de cómo la enfermería se adapta y prospera en este entorno especializado, destacando la importancia de la prevención, la gestión y la atención integral al paciente.
Para Soto, llegar hasta aquí ha significado aprobar todas las materias teóricas curriculares, lo que implica que, en su quinto año de enfermería, debe conocer de cerca la labor profesional a través de diferentes internados en centros de salud y hospitalarios correspondientes a su práctica profesional.
¿Cómo ha sido tu experiencia general con los internados, y cómo se compara esta práctica en San Lorenzo con otras que hayas tenido, por ejemplo, en la atención primaria o en un hospital?
Tuve tres internados. Primero, en atención primaria, que es el ámbito que más me gusta porque tiene una visión de la salud, la educación y la promoción, aspectos que me motivan. Luego, realicé un internado intrahospitalario en la UTI, en el quinto piso del hospital regional. Fue una experiencia enriquecedora, ya que se trata de pacientes críticos, con procedimientos que no se ven en otros servicios, como líneas arteriales, pacientes con vasoactivos y medicamentos mucho más potentes. En este sentido, son cuidados mucho más complejos, por lo que fue totalmente enriquecedor. En el turno de urgencia, estuve en el Hospital San Fernando, también una grata experiencia con los pacientes. Finalmente, en San Lorenzo, realicé una práctica observacional en toma de muestras de laboratorio y en el área de imagenología, en ambos casos acompañado por los enfermeros del centro de exámenes.
El rol de enfermería en un centro de diagnóstico no es tan conocido. ¿Qué te ha sorprendido más de esta experiencia, especialmente en el área de imagenología y laboratorio?
Ha sido una experiencia totalmente enriquecedora. Cuando me asignaron a San Lorenzo, pensé: “¿Qué voy a hacer?”. Ni siquiera sabía que había un enfermero en un centro de diagnóstico. He vivido toda mi vida en Rancagua, y creía que en San Lorenzo solo se hacían imágenes. Hasta ese momento, pensaba que el rol de enfermería no tenía relación con la imagenología médica. Siempre he estado acompañado en mis internados por tecnólogos médicos y TENS, así que vine predispuesto a solo tomar muestras. Pero cuando vi todo lo que se hace en San Lorenzo, me gustó mucho, porque hay una gran gestión de toda la organización clínica y administrativa. No solo se enfoca en lo clínico, sino que también hay manejo de insumos, de personal, de recursos humanos y materiales.
Hay una gran labor que no se limita a las imágenes. Por otra parte, el cuidado a los pacientes es muy diferente al área clínica que me ha tocado vivir en otros internados. Hay otro tipo de educación al paciente, otro trato, y me llevo una gran experiencia porque aprendí cosas que no imaginaba que podría conocer.
Mencionaste el trabajo observacional en el área de toma de muestras. ¿Qué implica este proceso desde la perspectiva de la enfermería, más allá de los procedimientos asociados a la profesión como la extracción de sangre?
La toma de muestras fue muy buena. Consistió en conocer de cerca la toma de exámenes de sangre, orina y la gestión clínica interna, incluyendo la acreditación. Lo que más me llamó la atención fue el proceso previo a la punción venosa. Puede parecer que la toma de muestra es solo sacar sangre, pero detrás de ese procedimiento hay todo un trabajo. Primero, el centro debe estar adaptado para ello, debe haber un profesional capacitado para la punción, un área limpia, un área sucia, todos los insumos necesarios y una gran variedad de exámenes que se toman. Es un mundo muy amplio, y eso fue lo que más me gustó de la toma de muestras de laboratorio acá en Rancagua..

También participaste en procedimientos de imagenología, como el PET/CT para pacientes oncológicos. ¿Cómo ves el rol del enfermero en este tipo de exámenes tan específicos?
En la parte de imagenología, específicamente con pacientes oncológicos, conocí de cerca lo que es una anamnesis, la instalación de elementos en el área venosa y todo el cuidado previo y posterior al examen de imagen. El PET/CT era un examen que no conocía, y lo que más me gustó fue descubrir este mundo oncológico. A diferencia del área hospitalaria, donde los pacientes están en cama y uno sabe que tienen cáncer y requieren cuidados especiales, aquí la prevención es clave. El PET/CT que tienen en San Lorenzo es un examen muy importante para la detección precoz, el manejo y el seguimiento de tratamientos de cáncer. Saber que existe un PET/CT en Rancagua —considerando que hay muy pocos en Chile — y conocer de cerca todo lo que implica, es una experiencia que definitivamente compartiré con todas las personas que conozco.
Finalmente, ¿qué mensaje le darías a tus futuros colegas que están a punto de titularse, considerando tu experiencia en un centro de diagnóstico con toma de muestras de laboratorio e imagenología?
Les diría que estén dispuestos a aprender todo, que no se limiten solo al área clínica ni al manejo de pacientes críticos. Entiendo que, como profesional de enfermería, siempre aspira al cuidado de pacientes más complejos, pero también existen otras áreas de la enfermería que se relacionan con el cuidado y apoyo a los pacientes, como en un centro de imagenología oncológica. Hay muchas tareas que también dependen del enfermero. Así que los animo a explorar distintas áreas de la enfermería, porque es una profesión totalmente amplia y con un enfoque humanizado, que es lo más importante. Creo que se puede llegar mucho más lejos de lo que creemos conocer.